miércoles, 28 de enero de 2015

Presentación de El Cirio

Podrá conocernos a través de este blog, y disfrutar de lo que con mucho gusto le mostramos, sabiendo que la Semana Santa de nuestro pueblo, Puente Genil, es única en el mundo por su originalidad y participación de los pontanenses.
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Hacer tangible algo que es invisible a la vista humana, parece harto difícil. Explicar el principio impulsor de nuestro ánimo o la esencia inspiradora que permite a El Cirio obrar en armonía, resulta igualmente etéreo. Buscar el origen de la fortaleza que nos alienta a obrar es más fácil, pues puede encontrarse en nuestro Cuartel, donde se han dado e inciden las manifestaciones de nuestra misión en el campo experimental del mundo manantero. 
Bienvenido al Cuartel de El Cirio, a la residencia de nuestra Corporación, donde celebramos las juntas reglamentarias y las convivencias correspondientes, en las que se ponen en práctica la devoción a nuestros santos titulares y la continua exaltación de nuestras cuestiones mananteras, donde se proyectan, se elaboran, se viven todos los matices de la Semana Santa, cuyo ciclo vital dura exactamente todo el año, porque la Corporación no debe ser tan solo para la vivencia emocionante de la Cuaresma y de la Semana Santa, sino para el continuo ejercicio de fe, hermandad y entrega de todos y cada uno de los días del año.
Nuestro Cuartel es, además, templo de amistad, lugar de encuentro fraternal, botica donde se recompone el espíritu, escuela de la vida, imagen de la nobleza de las gentes de nuestro pueblo y un proyecto de perfección humana. Es el núcleo donde se concentra la rica herencia recibida de nuestros mayores. 
Bienvenido al Cuartel de El Cirio, que mantiene abiertas las puertas de la cordialidad de par en par, y certifiquemos tan afectuosa entrada con la uvita de la amistad, embebiéndonos en el espíritu de la Corporación. Sintiéndonos guiados por la ilusión insuflada, tendremos el alma gozosa por el amor del Señor de la Humildad, el corazón olvidados de los intereses terrenales, los ojos fijados en la celeste textura del firmamento manantero, y la ilusión que todo lo alcanza y todo lo inunda haciendo posible la utopía. Y, finalmente, mantengamos el silencio aceptado por nuestra mente, mientras la mano de Dios nos va modelando el alma con esa palabra olvidada por el mundo y que se llama hermandad, que nos faculta para amar a nuestro prójimo con la luz y el calor del Humilde, y desbordados por su Gracia, vibremos de alegría con los hermanos, celebrando el más alto grado de amistad, entregados al deleite de la fraternidad. 
Este intento de perfección bien merece un brindis con una uvita de vino, como premio a tan buenas intenciones. No olvidemos que el vino es uno de los mayores y más legítimos goces que Dios ofreció al hombre, y cumpliendo su mandato debemos disfrutarlo sin abusar de él. El Eclesiastés recomienda: “Alegría del corazón y bienestar del alma es el vino, beberlo a tiempo y con moderación”. Es una bebida excelente, natural, fruto de la vid y del trabajo del hombre, con la que se desea salud y felicidad, que sostiene la esperanza, que propicia al hombre la alegría de ser partícipe del Nuevo Mandamiento, por el que nos ordenó Nuestro Señor que nos amásemos todos los hombres como Él nos amó. Pero sobre todo el vino es una bebida divina, es la bebida del Santo Sacrificio de la Misa, pues en forma de vino el Señor nos dio su auténtica sangre. Y todo ello es digno de celebración. 
Desde su fundación, estatutaria y vocacionalmente, El Cirio se declara asociación cívico religiosa, cuya finalidad principal es la de cultivar y dar fe de su gran devoción por su Santo Titular, asistiendo a los cultos cuaresmales que anualmente se celebran en su honor y acompañarle revestidos de nazareno en su desfile procesional del Miércoles Santo. Igualmente 6 

El Cirio siempre será ejemplo de hermandad, amistad y fraternidad, fiel portavoz de nuestras tradiciones mananteras, semillero y vivero de la Semana Santa. 
Todo lo anteriormente expuesto es fácilmente comprobable asistiendo a nuestras juntas reglamentarias, que tras el encuentro fraternal de los componentes, son un sonoro ¡Viva El Cirio! y un solemne ¡Viva El Humilde! los votos y deseos con los que se abre la sesión. Tras debatir los puntos indicados en el orden del día, procedemos a la celebración de la Junta, en la que serán frecuentes las exaltaciones de hermandad de los asistentes, los cánticos mananteros y las saetas a Jesús y María, llegando de esta manera al culmen de nuestra convivencia. En su momento y atendiendo la disposición del hermano presidente, todos de pie y con gran devoción, escuchamos la lectura del Evangelio, para seguir con una oración por el eterno descanso de nuestros hermanos y familiares difuntos. A continuación, por la voz cantaora de uno de los hermanos que saben cantarla, suena emotiva y llegando al corazón la saeta al Señor de la Humildad, refrendada por otros rotundos vivas a El Cirio y al Humilde. El círculo mágico se cierra con el tradicional acto de quitar la pata a la Vieja Cuaresmera, correspondiendo el protagonismo a un hermano designado por el presidente, que nos dirigirá la palabra a toda la corporación, manifestando con la mayor sinceridad lo que crea más oportuno, pero que suele ser una confesión de amor fraterno, de devoción a Nuestro Señor o de buenas intenciones para El Cirio, o serán las tres cuestiones juntas las que salga por la boca de su corazón. Y después, mientras el tiempo lo permita, continuará la convivencia fraternal, gozando de una paz espiritual compartida, reafirmándonos en nuestro origen y destino Humilde y Manantero. 
A estas alturas estaremos inundados por el amor de Nuestro Señor, influidos por las tradiciones pontanas, fortalecidos por el espíritu de El Cirio y gozosos de vivir la paz de nuestro Cuartel, símbolo de Puente Genil y distintivo importantísimo de su Semana Santa, donde habremos encontrado la caridad cristiana, frente al abuso de poder; la generosidad, frente al egoísmo; el Evangelio de Cristo, frente a las diferencias sociales; y el abrazo fraternal para combatir la angustia vital, la tensión mundial y los problemas que impiden a los hombres mantener y disfrutar una convivencia armónica y duradera. 
Si entendemos por cultura el cultivo del alma o de la mente, o el espíritu folclórico de una identidad única, o bien aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, las costumbres y cualquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre, hemos de admitir que El Cirio, además de ser una asociación cívico-religiosa, también es una asociación cultural, que ofrece su experiencia a la Humanidad para una mejor calidad de vida. 

Y esto también es digno de celebración. 

El Cirio, la Cofradía y el Señor de la Humildad

Es sabido que la Semana Santa pontanense cuenta con dos ingredientes básicos sustanciales, que la hacen diferente a las demás conmemoraciones del resto del mundo cristiano. Son los desfiles de figuras bíblicas y el fenómeno socio cultural de los cuarteles. Además tiene, entre otras, una característica más común, como es la formación de grupos de alumbrado o capiruchos penitentes, integrados en cofradías, que procesionan el santo titular de su devoción, proclamando públicamente su fe.

El Cirio es el primer grupo de alumbrado de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia. Fue fundado por un grupo de jóvenes amigos el día 1 de Mayo del año 1933, que de común tenían la ilusión de la juventud, el apoyo de su amistad, la voluntad de participar en la Semana Santa y una gran devoción al Señor de la Humildad. Todo ello fue suficiente para emprender una larga andadura y superar todos los inconvenientes que encontraron en el desarrollo de su ilusionado proyecto en una época realmente difícil en España, por la inestabilidad social, política y económica que se padecía.

El Libro de Actas de la Corporación es un registro de hechos históricos, de datos anecdóticos en muchas ocasiones, que se convierte a veces en crónica de la situación que vivía nuestro pueblo. También deja claro por qué es “El Cirio” el nombre elegido para el nuevo grupo: “toda vez que esto es lo que llevaremos la Semana Santa a todas horas… para alumbrar la Semana Santa, que es lo que siempre, y ahora más que nunca, ha estado en el ánimo de los buenos pontanenses y amantes de nuestras tradiciones”.

Al fin llega el 28 de Marzo de 1934 y El Cirio alumbra por vez primera al Señor de la Humildad. La vida de El Cirio continuaría a la luz del Humilde durante los siguientes 1935 y 1936, conformándose y enriqueciéndose con nuevos valores humanos, laborando por el Grupo y la Semana Santa, conviviendo en la alegría que propicia la hermandad y la devoción a nuestro santo titular.

Desde el 2 de Julio de 1936 hasta el 16 de Agosto de 1939 no se levanta acta de Junta General. Durante este periodo El Cirio sufre una gran conmoción entre sus componentes, que vivieron directamente las desgraciadas circunstancias de la guerra.

El Grupo no pierde contacto durante la contienda, pero ante la imposibilidad de conmemorar la Semana Santa al modo tradicional por las calles de Puente Genil durante los años 1937 y 1938, se hizo por los lugares y horas permitidas en aquellas circunstancias, siempre añorando a los demás hermanos, la paz del cuartel, las procesiones y todos los rincones de nuestro pueblo. Así, la vuelta fue con el deseo vehemente de darle gracias al Señor de la Humildad por la protección que Él les prestó, e impacientes por aportar su fervor y su luz en la Semana Santa de 1939, si no en Grupo completo por las ausencias involuntarias, sí incorporados totalmente a la pasión con que se celebró la mayor de las tradiciones de Puente Genil.

La que podemos considerar Segunda Edad o etapa de consolidación de El Cirio, tiene comienzo el 16 de Agosto de 1939, cuando el Grupo se reorganiza y comienzan los nuevos proyectos, se producen los ingresos oficiales de los nuevos hermanos incorporados durante la contienda; las juntas en “El Casinillo” son numerosas, las convivencias felices, el ambiente extraordinario, continuamente hablando de Grupo, Humildad y Semana Santa. El Cirio está nuevamente encendido y su luz todo lo inunda. El Domingo de Ramos de 1940 (17 de Marzo) El Cirio estaba integrado por 18 hermanos; todos vistieron con ejemplar devoción las viejas 8 túnicas para alumbrar a Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia en su procesión del Miércoles Santo.

En la Junta celebrada el 25 de Enero de 1941, en El Casinillo, se acuerda la adquisición de las figuras David, Natán y Simeón, que estaban en poder de la Corporación “Las Tres Marías”. En el museo de El Cirio se conserva el documento firmado por los representantes de ambas Corporaciones, que dice así: “Las Tres Marías” venden a El Cirio las tres figuras bíblicas David, Natán y Simeón, con sus correspondientes túnicas, mantos, pelucas, rostrillos y martirios, por el precio de 1.010 pesetas, de las cuales son inmediatamente abonadas 700 pesetas como señal y el resto a pagar el próximo Domingo de Ramos”. A partir de este momento la Corporación, además de su devota participación como Grupo de Alumbrado del Señor de la Humildad, se incorpora a los tradicionales desfiles de Figuras Bíblicas. Desde el 16 de Marzo de 1941 la denominación completa será “El Cirio y los Pecados de David”. 
Los Pecados de David, 1942. Hermanos Frasquito García, Salvador González, Miguel Jurado, Manolo Baena, Manuel Prieto, Eugenio Cano, Manolo Roldán, Romualdo, Manolo Bordas y Anbtonio Pérez 

El Cirio, 1943. Eugenio Cano, Pepe Jiménez, Pepe Rey, Manolo Baena, Antonio Pérez, Salvador González, Frasquito García, Pepín Jurado y Manuel Prieto. Sentados: Gregorio Aguilar, Manolo Bordas, Domingo Bordas, el niño Rafa Jurado, Mateo Median, Manolo Rroldán, Pepe Espejo, Miguel Jurado y Romualdo.  

Desde la Semana Santa de 1934, existía en el Grupo el deseo de sustituir las viejas túnicas por otras más acordes con la solemnidad de la procesión y belleza y calidad de la imagen del Humilde. A la carestía de la vida había que sumar la dificultad de conseguir tejido en consonancia con la idea. Antonio Pérez, como experto en el asunto, trabajó para conseguirlo de los telares catalanes, hasta que al fin se reciben los tejidos de raso blanco a finales de 1943. El sastre elegido fue Julio Jurado, los capillos fueron bordados por Concha Ortega, los cordones rojos y gualda son traídos de Córdoba. Gregorio Aguilar inventó el cirio eléctrico. D. Alejandro González se preocuparía de calzar los capiruchos con unas artísticas zapatillas rojas. Al fin, el Miércoles Santo de 1944, El Cirio alumbra al Señor de la Humildad con la devoción y dignidad deseada.
El Cirio en 1944

No cesa el crecimiento de El Cirio. En 1945 instala su Cuartel en la casa de Dª Concha Reina, sita en la calle Aguilar. En la fachada del cuartel se encienden ruedas de fuegos artificiales los domingos de cuaresma, para recibir al Imperio Romano en su subida a la ermita de Jesús Nazareno. De allí saldrán “Los Pecados de David” y su flamante escuadra romana la tarde del Jueves Santo. En Marzo de 1946, el hermano Domingo Bordas dona la Vieja Cuaresmera, que desde entonces ocupa un lugar preferente en nuestro Cuartel. Y en la Junta del Día de la Cruz de ese año se decide imprimir de forma conveniente para su exhibición en nuestro cuartel el soneto de D. Manuel Pérez Carrascosa dedicado a Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia “Señor, cuando te miro entristecido…”, que incluiremos en el capítulo dedicado a la poética.

Está escrito en el Libro de Actas: “Tras la Función Solemne y Misa de Comunión General, como final de los Cultos en honor de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, el 9 de Abril de 1947, Domingo de Pan y Peces, se servirá un desayuno de hermandad en nuestro Cuartel”.

El Domingo de Ramos de 1949 el Presidente comunica que a partir de la fecha El Cirio pasa a ser el Primer Grupo del Humilde, siendo reconocido oficialmente por la Cofradía como tal, y por tanto, ocupando el lugar inmediatamente anterior al Paso de su titular en el desfile procesional del Miércoles Santo. Al final de esta década eran cinco hermanos de El Cirio los ingresados en la Junta Directiva de la Cofradía. 

Otra fecha para la historia: “25-2-1951.- Se da lectura a una carta de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Resucitado dirigida a nuestra Corporación, en la que se nos invita para acompañarles en el desfile procesional del Domingo de Resurrección”. 
Año 1954
Los Pecados de David

Al principio de los años cincuenta El Cirio inyecta una buena dosis de juventud a la Directiva de la Cofradía del Señor de la Humildad: Eugenio Cano, en 1954, es nombrado Vice Cofrade; Manuel Baena Labrador, en 1956, se hace cargo de la Secretaría; José Jurado Luque suple al Consiliario, a la vez que el cofrade José Villafranca Melgar actúa como Cofrade Mayor, por razones de salud de los dos últimos titulares, formando todos un equipo de trabajo de alto rendimiento, que redunda, con colaboración de otros hermanos, en la realización de grandes proyectos de la Cofradía.

En 1958 se celebran las Bodas de Plata de la Corporación y se adquiere la casa número 29 de la calle Santos, donde convenientemente reformada, se asienta El Cirio.

En el año 1958 fue Hermano Mayor de la Cofradía Antonio Pérez Luque, y Manuel Roldán Morales su ayudante, ambos Hermanos Fundadores de El Cirio. En este año se gestó y comenzó la gran reforma del trono de nuestro Santo titular, que culminó en 1959 el escultor cordobés Rafael Valverde. 

Hasta aquí la que podemos calificar una edad dorada de El Cirio. Nació, supervivió, se afianzó, creció y sentó cátedra. En suma, se desarrolló según nuestras tradiciones y crió solera con estilo propio, capaz de una proyección de futuro. Valgan estas líneas como humilde homenaje hacia aquellos hermanos que crearon y forjaron El Cirio que nos legaron.

Atendiendo la ley de Asociaciones de 14-12-1964, El Cirio adapta sus estatutos, pero lo que podemos llamar declaración de principios permanece inalterable, y dice: “La Asociación Cívico Religiosa denominada El Cirio … es una Corporación Bíblica compuesta por un conjunto de buenos amigos que se llaman Hermanos, y cuya principal finalidad es la de pregonar y enaltecer nuestras tradiciones semananteras, siendo fieles portavoces de las mismas y dando en todo momento prueba de lo que debe ser ejemplo de buena hermandad, convivencia y armonía entre hombres de buena voluntad. De manera muy especial, cultivar y dar fe de su gran devoción por Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, asistiendo a todos los cultos que anualmente se celebran en su honor y acompañarle revestidos con túnicas de nazareno en el desfile procesional del Miércoles Santo”. Y en el Art 2º: “Para ser Hermano Activo de esta Corporación, se precisa: a) Profesar la religión católica. b) Ser Hermano de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia. 

Sería exhaustivo exponer aquí todos los momentos históricos en los que El Cirio y la Cofradía de Nuestro Señor El Humilde son coincidentes; para una mayor información se puede recurrir a los libros de actas de la Corporación o al libro “El Cirio. 70 años de Historia. 1933-2003”, que existe en nuestra biblioteca. Es evidente a lo largo de esta historia que la existencia de El Cirio sólo encuentra justificación a la Luz del Señor de la Humildad, por lo que su integración en la Cofradía es imprescindible para El Cirio. 
Domingo de Resurrección, 1974

En el tiempo se suceden una serie de conmemoraciones, imposiciones de insignias a los veteranos, entrega de pergaminos honoríficos, convivencias de hermandad con otras corporaciones, reformas de ropajes de figuras y romanos, mil hechos felices, entre los que podemos señalar la decisión de la Agrupación de Cofradías de designar Manantero Ejemplar del año 1980 a nuestro Hermano Fundador y Secretario Perpetuo José Giménez Cabello, como premio a su dilatada labor en pro de nuestra Semana Santa, … e, inevitablemente, dolorosos fallecimientos de hermanos muy queridos por todos, y la integración en el Grupo de nuevos hermanos que revitalizan la Corporación, que llegado su momento decide celebrar las Bodas de Oro de El Cirio y rendir homenaje a los cinco Hermanos Fundadores que aún continuaban en activo, teniendo como invitado especial al Hermano de Honor Manuel Mendoza Carreño, también fundador de El Cirio, quien en su intervención nos obsequió con la lectura de un hermoso poema dedicado al Señor de la Humildad, que por su valor literario incluimos en el capítulo dedicado a la poesía. Los hermanos homenajeados tienen para los asistentes frases entrañables que, por suyas, significan amor a los hermanos por el Señor de la Humildad, entrega, bondad y espíritu manantero, siendo todo ello refrendado con la entonación solemne del himno de El Cirio y la saeta augusta al Humilde, que brotó del corazón de Ernesto Herrería, 
Sábado Santo de 1978. El Cirio a los pies del Señor de la Humildad

alcanzando el acto su más alta emotividad. Sirvan estos resúmenes como exponente del ambiente vivido durante aquel tiempo y sean muestras del cultivo humano y manantero de nuestro Cuartel. Se puede asegurar que en la palestra de El Cirio se sentó cátedra con las características modélicas que deben concentrarse en una Corporación: Cariño, alegría, hermandad, ilusión, generosidad, simpatía, comprensión, integración, humildad… que aunándose en un todo constituyen el Amor al Señor de la Humildad, a nuestra Semana Santa y a nuestras tradiciones, con todos los valores espirituales que ello conlleva.

En fraternal correspondencia a esta disposición, la Cofradía del Señor de la Humildad tiene a bien en Cabildo celebrado el 30 de Abril de 1988 entregarnos una placa conmemorativa con la efigie del Señor, cuya leyenda dice así: “La Real y Pontificia Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia concede el título de Cofrade de Honor a la Corporación Bíblica El Cirio en el 55º Aniversario de la fundación de dicha Corporación, y en reconocimiento a su fervor, cariño y lealtad como Primer Grupo de la Cofradía”. Título que nos honra y nos fortalece para mayores esfuerzos si cabe como hermanos cofrades y mananteros devotos de Nuestro Señor, aunque la llamada del Humilde para El Cirio es irresistible, y la mirada y la dulzura de su bendita imagen transforma nuestra contemplación superficial de una maravillosa obra de arte en un profundo sentimiento de fe, que guía nuestros pasos e ilumina nuestras vidas. Así lo experimentamos cuando acudimos a visitarle a su casa, cuando asistimos a los cultos cuaresmales, cuando nos aproximamos para entregarle una oración, para contemplarle tan próximos como podamos, y para procesionarle solemnemente por las calles de Puente Genil, proclamando públicamente nuestra fe y amor por Nuestro Señor de la Humildad, el Hijo de Dios.

El Cirio pasa la Semana Santa de 1989 con los pies en el cuartel de Santos 29 y el pensamiento puesto en la casa número 8 de la misma calle. Tras mucho tiempo, cálculos económicos y votaciones para decidir entre una gran reforma del viejo cuartel o la construcción de uno nuevo, se opta por construir un cuartel con proyección de futuro y sea suficiente para nuestros proyectos. Se puede decir que en este punto comienza la etapa 13 contemporánea de nuestra historia, que por ser la más reciente, conocida y compartida por las generaciones actuales, obviaremos muchos detalles.
El Cirio se rearma de ilusión, hermandad y amor a las cuestiones mananteras y se apresta a la nueva tarea, recayendo el máximo esfuerzo sobre el equipo responsable de la obra; la participación en los diferentes aspectos es general, tanto en lo fundamental como en los detalles de acabado y decoración. Tras elaborar con sumo cuidado el proyecto de protocolo, el sábado 17 de Febrero de 1990 se inauguró el nuevo cuartel, después de celebrar Santa Misa ante la imagen del Señor de la Humildad. Nos acompañaron en tan significativo y memorable acto las autoridades municipales y eclesiásticas, cofrades y Presidentes de las Corporaciones más relacionadas y las acuarteladas en la calle Santos. A todos agradecimos tan honrosa presencia y los buenos deseos expresados durante la bien nutrida y fraternal celebración.

Otro hito histórico marcaría el año 1990: El Señor de la Humildad fue procesionado a hombros de los nuevos, jóvenes, esforzados y devotos bastoneros. Su promotor y cuidador fue el hermano de El Cirio Cristóbal Beato Cobos. Desde entonces es su celoso capataz, y ojala lo sea por muchos años, para bien de la Cofradía y mayor solemnidad de la procesión del Señor.

Tampoco pasaría en vano el año 1991. En la primera junta de Cuaresma, sábado 9 de Febrero, por el Presidente se da conocimiento que el título de Manantero Ejemplar ha recaído sobre nuestro hermano Ernesto Herrería Moret. La noticia nos causó gran alegría, ya que premiando la conducta ejemplar de nuestro hermano Ernesto, honran de igual manera a El Cirio, del que es antiguo militante y Medalla de Oro. Brindamos por él y respondió con palabras de agradecimiento para la Corporación y para la Agrupación de Cofradías. También tuvimos la satisfacción de brindar por nuestro Presidente Manuel Giménez Chacón por ser el Hermano Mayor del Señor de la Humildad y Cristóbal Beato su Capataz de Bastoneros.

En 1992 comienza el primer ciclo de Jornadas Culturales organizadas por El Cirio y que continuaría ininterrumpidamente hasta el año 2001. Fue una tarea generalizada para el Grupo, animosamente comandada por los hermanos José Antonio Torres y Pablo Cabello. El estrado levantado en el Salón de Actos del Cuartel sirvió para la exaltación de la Semana Santa de Puente Genil, para la actuación de cualificados solistas y conjuntos musicales, desde allí cantaron coros y corales que parecían voces angelicales, acogió encuentros poéticos de artistas que atendieron la llamada de la Poesía y la Semana Santa y nos dejaron, entre otras, bellas composiciones dedicadas al Señor de la Humildad. Y muy notables conferencias de alto contenido cultural. Sería exhaustivo enumerar aquí a todos los participantes en estas Jornadas Culturales, mejor consultar en la biblioteca de El Cirio, donde queda constancia de su participación, y gratitud en nuestra memoria y en nuestro corazón.

Entre actos culturales, exaltaciones, quinarios, carteles, honores para las viejas glorias y modificación del itinerario de la procesión del Miércoles Santo, con una celebración apoteósica de la Semana Santa llegamos a los actos conmemorativos del 60º Aniversario de la fundación de El Cirio, magno acontecimiento para la Corporación, que tuvo lugar los días 30 de Abril, 1 y 2 de mayo de 1993, en los que celebramos, el día 30, un magnífico concierto de música clásica a cargo del “Ensamble de Saxofones de Córdoba”. Al día siguiente Misa Solemne de Acción de Gracias, oficiada por el Rvdo. D. Antonio Liébana y cantada por el “Orfeón Cajasur”, Comida de Hermandad en homenaje a los Hermanos Fundadores Manuel Roldán Morales, José Jiménez Cabello, Antonio Pérez Luque, Manuel Baena Labrador y Salvador González Bordas. De ellos, entre otras palabras justas y merecidas, dijimos lo siguiente: “Quien conozca a nuestros hermanos mayores conoce los fundamentos de esta Corporación. Hablar de ellos es hablar de “El Cirio Naciente”, de “El Cirio Joven”, de “El Cirio con Solera” y de “El Cirio del Futuro”.

Sus nombres están indisolublemente ligados a la historia del Grupo. Son ellos, junto a otros hermanos que también forjaron en materiales preciosos tan hermosa historia, los que crearon un estilo manantero que podemos considerar ejemplar en nuestro pueblo. Ejemplar su conducta humana, ejemplar su sentido de la hermandad, ejemplar su amor por la más identificativa de nuestras tradiciones y ejemplar su entrega continua e incansable a El Cirio y al Señor de la Humildad, que es tanto como trabajar muy cualificadamente por la Semana Santa pontanense; además de colaborar desinteresadamente en otras actividades ciudadanas de Puente Genil”. Y continuamos resaltando sus méritos como hermanos fundadores de El Cirio, para después detallar individualmente sus características personales y su currículum vitae manantero, y tras imponerle las “Insignia de Platino” de la Corporación, todos los hermanos homenajeados, emocionados por tantas muestras de cariño, mostraron su agradecimiento, resaltando, en su humildad, más los méritos de la Corporación que los suyos propios, y ratificaron su devoción y fe en el Señor de la Humildad. Allí quedaron patentes frases como. “Los hermanos de El Cirio somos unos elegidos del Señor”, “El Señor de la Humildad nos iluminó para ser hermanos de El Cirio”, “Nuestro destino es el Señor de la Humildad a través de la hermandad”, “Nuestra vocación se llama Cirio”, “Nuestro lema siempre ha sido Amor y Humildad”. Y muchos más hermosos detalles que no incluimos por falta de espacio.
Y continúa la vida en El Cirio siguiendo las pautas antes trazadas: Jornadas Culturales, cultos cuaresmales, procesiones, vivencias mananteras llenas de devoción, armonía y cordialidad, más medallas y diplomas premiando la constancia, la fidelidad y el amor al Grupo y al Señor de la Humildad, y jóvenes hermanos que ocupan los lugares heredados de nuestros mayores, que fueron reclamados por el Humilde para acompañarle en el Cielo. Y también relevos entre los Hermanos y Cofrades Mayores, como servicio y devoción a la Cofradía y al Señor de la Humildad.
Así llegamos a la Junta de Navidad de 2000, en la que el Hermano Presidente nos anuncia que la bendita imagen de Nuestro Señor de la Humildad y Paciencia se encuentra en nuestro Cuartel con motivo de su restauración, la cual será realizada por Carlos Herrería Gómez, el hijo menor de nuestro inolvidable Ernesto Herrería Moret, y por José Montesinos Moreno, licenciados en Bellas Artes por la Facultad Santa Isabel de Hungría, de Sevilla, en la especialidad de Conservación-Restauración de Bienes Culturales.  

Con estos preparativos y muchas ilusiones en la próxima Cuaresma y Semana Santa 2001, llegamos al que venimos a titular “Viernes Lardero” y asistimos a la Asamblea General Ordinaria de la Agrupación de Cofradías y Corporaciones Bíblicas, en la que fueron presentados el cartel anunciador, la revista anual, los Pregoneros de la Semana Santa nuestros hermanos de Cofradía “La Historia de Tobías (El Pez) y los “Mananteros Ejemplares” para el mismo año, nombramiento que recayó ex -aequo sobre Manuel Roldán Morales, Antonio Pérez Luque y Salvador González Bordas, hermanos fundadores y decanos de nuestro Cirio. En el acto de presentación dijimos: … “Los hermanos “Manantero Ejemplar” de este año (uno en esencia y trino en persona) llegan al puerto deseado con el dulce ánimo que produce la larga permanencia bajo el rocío de la humildad y paciencia” “De ellos tomamos su imagen curtida por la rosa de los vientos de tantas Cuaresmas, para que nos oriente en la fe y en el amor, virtudes divinas en las que sólo se inician los elegidos”. Y después de recordar su dilatada vida manantera, las sólidas virtudes que atesoraban sus personas y los numerosos méritos que le hacen acreedores de tan honrosa titulación, los tres hermanos “Manantero Ejemplar” en el año 2001 fueron calurosamente aclamados, recibiendo el cariñoso reconocimiento del mundo manantero. Considerando que anteriormente fueron elegidos “Mananteros Ejemplares” Pepe Giménez y Ernesto Herrerías, son (hasta ese día) cinco los hermanos de El Cirio y cofrades del Humilde los que ostentan tan apreciado título y nos sirven de modelo a imitar.

La celebración de las X Jornadas Culturales quedó magnificada con la participación del Sr. Obispo de Córdoba, Monseñor Martínez Fernández, que versó, en magistral conferencia, sobre los fundamentos espirituales que deben conformar la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo durante la Semana Santa. A continuación tuvo lugar una segunda conferencia sobre el proceso de restauración de la imagen de Nuestro Señor de la Humildad y Paciencia a cargo de Carlos Herrería Gómez y José Montesinos Moreno, trabajo recientemente finalizado y que detalladamente explicado, resultó muy interesante para todos los asistentes, quienes aplaudieron con entusiasmo a ambos conferenciantes y restauradores de obras de arte. Podemos recordar que esta restauración de la imagen de nuestro titular fue posible gracias a la devoción y generosidad de los hermanos de El Cirio y Cofrades de la Humildad Manuel Chaparro Mansilla y Julio González Jurado, que sufragaron el costo de la operación y fueron Hermanos Mayores de Nuestro Señor durante los años 1999 y 2000, respectivamente, y a la relación espiritual de Carlos Herrería con el Humilde Señor de nuestra Cofradía.

Por primera vez en la historia de El Cirio, en el año 2002 celebramos la Junta General Ordinaria correspondiente al Domingo de Ramos, el Sábado de Pasión, víspera de Ramos, por el especial motivo de pregonar la Semana Santa de Puente Genil nuestro hermano Rafael Jurado Carmona, que si bien es el autor del texto, él se consideró, sencillamente, el portavoz de la Corporación, siendo el Pregón una labor del Grupo, en el que colaboró la totalidad de los hermanos, consiguiendo una obra común y aglutinante, en la que contribuyeron con todas sus fuerzas para realzar la Semana Santa pontana y cantar la Gloria de nuestro Señor y su Santísima Madre. Fue a los pies del Humilde, donde todo resulta emotivo, sincero e intenso, donde los pregoneros confiesan públicamente su amor apasionado por Él y por las sagradas cuestiones mananteras.

Con la proximidad del Tercer Centenario de la llegada de la bendita imagen del Señor de la Humildad a La Puente de Don Gonzalo en 1706, comienzan los preparativos de tan importante efeméride. Como primera previsión el Cofrade Mayor y hermano de El Cirio, José Antonio Torres Aguilar, compone una junta directiva con buenos valores de la Cofradía, en la que participan once hermanos de El Cirio. Entre los Actos Conmemorativos hay que resaltar: 
Presentación del cartel pintado por al óleo, en el que se refleja la imagen de Nuestro Señor junto al río Genil y su puente de piedra, del artista pontanés Julio Cámara Romero, manantero de pro, de la corporación ·El Prendimiento de Jesús, pregonero de la Semana Santa de 1988, autor de muchos y buenos carteles de Semana Santa de Puente Genil, y Hermano de Honor de El Cirio desde 1981.

Y resumiendo, necesariamente esquematizados, los actos se sucedieron así: 
20-Octubre-2006.-Conferencia de D. Juan Palacios Ávila, titulada “La advocaciones de la Humildad y Paciencia de Cristo en España”.

05-Noviembre-2006.-Visita de una comisión de la Junta Directiva al Convento Carmelita de San José, en Sevilla. Acto de hermanamiento y ofrecimiento de la Mayordomía de Honor.

24-Noviembre-2006.-Solemne besa pies a Nuestro Señor hasta las 21 horas, que D. Juan Ortega Chacón comenzó su conferencia “La V.M. sor Gregoria Francisca y el Señor de la Humildad”. Traslado de Nuestro Señor a la Parroquia de Santiago en Miragenil .


25-Noviembre-2006.-Procesión con el Humilde, repitiendo el itinerario que siguió hacía 300 años a su llegada a La Puente de D. Gonzalo, finalizando con una misa solemne en la que participaron todos los sacerdotes de Puente Genil, y una posterior copa y tapeo en el cuartel de El Cirio.- Inauguración de un mosaico en la fachada donde estaba implantada en la antigüedad la Ermita de la Caridad y venerado el Señor de la Humildad.

26-Noviembre-2006.-Comida de hermandad en el cuartel de las Cien Luces. 
Otros de los actos del Tercer Centenario, en colaboración con la Agrupación de Cofradías, fue la concesión del pregón de la Semana Santa a la Cofradía de la Humildad, delegando la Junta Directiva en nuestro Cofrade de Honor y Hermano de Honor de El Cirio, Máximo A. González Jurado, que pronunció un pregón emocionante, intimista e innovador, que contó con la colaboración extraordinaria de afamados músicos y cantores y que se guardará en la memoria por mucho tiempo. 
El Miércoles Santo de 2007, desde su Casa de Hermandad, inaugurada en 2004 por nuestro anterior Cofrade Mayor y hermano de El Cirio Francisco Delgado Rodríguez, El Humilde se presentaba ante el pueblo de Puente Genil con un templete a semejanza del que se procesionaba a principio del siglo XX, donado por los “cirios” hermanos Chaparro Mansilla, y que vieron nuestros abuelos y que nos describe Miguel Romero en su libro de1911.

De todo ello existe detallada memoria escrita por Rafael Fernández Reina en el libro “Con la mano en la mejilla”, editado por la Cofradía del Señor de la Humildad y Paciencia, y sufragado por la familia González Jurado, también con motivo de la conmemoración del Tercer Centenario. 
Podemos considerar concluidos los Actos Conmemorativos el Domingo de Pan y Peces del 2009 con la inauguración del monumento a sor Gregoria Francisca en la Plaza de su nombre, que perpetúa su memoria y la llegada de nuestro Señor a Puente Genil.

Y del Tercer Centenario de la llegada del Humilde a La Puente, pasamos a los Actos Conmemorativos del 75º Aniversario de la fundación de El Cirio. Principiamos con la peregrinación a Roma y visita cultural a Italia que, previas y laboriosas relaciones diplomáticas, realizamos según relata la crónica incluida en el Puente Genil Información: 
LA CORPORACIÓN BÍBLICA “EL CIRIO”CONMEMORA EL 75 ANIVERSARIO DE SU FUNDACIÓN. 
Con tal motivo peregrina a Roma y entrega al Santo Padre el título de Hermano de Honor y la Gran Medalla de Oro de la Corporación. 
Los hermanos de El Cirio”, Primer Grupo de Alumbrado de la Real y Pontificia Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, fundado el 1 de Mayo de 1933, han comenzado los actos conmemorativos de tan señalada efeméride peregrinando a Roma, acompañados de sus familiares y amigos, para dar testimonio de su fe, dar gracias a Dios por tanto bien recibido a lo largo de su historia y manifestar su cariño y respeto al Papa Benedicto XVI. 

El pasado martes 29 de Abril salía del aeropuerto de Málaga, en vuelo directo a Roma, la expedición de 136 peregrinos, que a su llegada a la Ciudad Santa giraría una visita panorámica por las vías y lugares más importantes de dicha ciudad, deteniéndose en algunos de los más emblemáticos: Santa María de Trastévere, San Juan de Letrán, Foros romanos, la basílica de San Pablo en extramuros, antiguas murallas romanas, monumento a Víctor Manuel en la plaza de Venecia, etc. Tomando así el pulso a una ciudad plena de cultura e historia. 

El día 30 de Abril sería el día grande para la Corporación, pues se disfrutaría del privilegio de asistir a la audiencia pública concedida por Su Santidad en la Plaza de San Pedro y tener el gozo de su saludo y bienvenida. Tras la audiencia, el Presidente de la Peregrinación de “El Cirio”, hermano Julio González Jurado, tuvo el altísimo honor de departir durante unos minutos con el Sumo Pontífice y hacerle entrega en nombre de la Corporación de los presentes que era portador: el volumen número 1 del libro editado con motivo del tercer centenario de la llegada de la imagen del Señor de la Humildad a la Puente de Don Gonzalo; así como un artístico diploma en el que, flanqueados por el Rey David y su Jefe de Escolta, consta la siguiente leyenda: “Corporación Bíblica El Cirio. Primer Grupo de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia. Acuerda por aclamación en Junta General celebrada el Domingo de Ramos de dos mil ocho, otorgar la Medalla de Oro de nuestra Corporación, con motivo del 75 aniversario de su fundación y nombrar Hermano de Honor a Su Santidad el Papa Benedicto XVI. Puente Genil, a dieciséis de marzo de dos mil ocho. Firman el Presidente y Secretario.”Igualmente le fue entregada la Gran Medalla de Oro de la Corporación, bellamente enmarcada con una placa conmemorativa, aceptándolos muy complacido y mostrando afectuosamente su agradecimiento, según muestran las fotografías que se incorporan, lo cual honra a “El Cirio” de forma extraordinaria, pues cuenta entre sus Hermanos de Honor con la dignidad y máxima relevancia del Santo Padre. 

A las 16.30 horas del mismo día y en la Embajada de España cerca de la Santa Sede los hermanos de “El Cirio” fueron recibidos por el Excmo. Sr. Embajador Don Francisco Vázquez y Vázquez, quien generosamente actuó como magnífico anfitrión mostrando las bellísimas dependencias del palacio embajada. En el salón de la Música dispuso fuese servido café para los asistentes y seguidamente, por el Presidente de la Peregrinación, le fue explicado el origen y motivo de la visita, agradeciéndole su excelente disposición para facilitar el desarrollo de estos actos conmemorativos en un marco  
incomparable, imprimiéndole la solemnidad de su cargo y de la Embajada de España, lo cual llena de orgullo, satisfacción y agradecimiento a la Corporación, y le hace entrega de otro volumen del libro editado por la Cofradía, donde se puede encontrar una idea de la realidad de ambas entidades. Finalmente se le ruega acepte la Presidencia de Honor para la Junta General Extraordinaria que a continuación se iba a celebrar, aceptándola muy gentilmente. Finalmente, y por el secretario, se procede a la lectura emocionada del texto del Acto Institucional, resultando una exaltación del origen y destino manantero de la Corporación, así como de sus principios fundamentales y algunos de sus momentos históricos más importantes, refrendada con encendidos vivas de todos los asistentes a “El Cirio”, al Señor de la Humildad y a España. Se concluye con la firma del documento y del Acta en el libro correspondiente por el Presidente de Honor, el Presidente de la Corporación y el Secretario, que da fe de todo lo expuesto. Una copia del documento se guarda en el archivo de la Embajada, así como el libro conmemorativo del Tercer Centenario de la llegada del Humilde a Puente Genil permanecerá en su biblioteca. También el Embajador dedica el siguiente autógrafo en el Libro de Honor de “El Cirio”: “Es un honor para esta Embajada de España cerca de la Santa Sede, la más antigua de cuantas existen en el mundo, servir de escenario de la celebración del 75 aniversario de la “Corporación Bíblica El Cirio y los Pecados de David” de la ciudad de Puente Genil, que han venido hasta Roma en peregrinación. Quedará constancia de su presencia en la historia de esta Misión Diplomática que con honor ha representado a España desde el año de 1480. Con afecto (firmado) Francisco Vázquez Vázquez. Embajador de España. 

Se mostró el Sr. Embajador interesado por la Semana Santa de Puente Genil, por el funcionamiento de las Corporaciones y Cofradías, el fenómeno sociocultural de los Cuarteles, por los desfiles de figuras bíblicas, de las saetas cuarteleras… y de todo ello tuvo información satisfactoria por parte de los hermanos de “El Cirio”, prolongándose el acto más tiempo del previsto en principio, finalizando con una fotografía de todos los asistentes en la monumental escalera de la Embajada. Terminaría la jornada paseando por la Plaza de España romana y otros bellísimos lugares. 

Se complementa el viaje con otros destinos culturales que son maravillas del mundo, como Florencia, Pisa, Padua y Venecia, disfrutando en todos ellos de unas convivencias fraternales dignas de repetir en cualquier momento y lugar. 


También nuestros personajes bíblicos y su escolta armada, en la Semana Santa de 2009, estrenan vestuario, lujoso, bello y bien confeccionado, y generosamente ofrecido su trabajo, como siempre, por el hermano José Antonio Torres Aguilar, dando buenas muestras de su arte manantero y su amor a la Corporación. Fueron la sensación de los desfiles procesionales de Puente Genil, mereciendo mil felicitaciones.

Concluyen los actos por el 75º Aniversario el 1º de Mayo de 2009 con el homenaje tributado a nuestros Decanos-Fundadores Manuel Roldán Morales y Salvador González Bordas, que tras exponer una vez más los extraordinarios méritos que en ellos concurren, reconociendo en ellos los fundamentos de nuestra Corporación, en una comida de hermandad en la que se sucedieron innumerables brindis, les fue impuesta la Gran Medalla de Oro de El Cirio, similar a la que le fue impuesta a S.S. Benedicto XVI, respondiendo nuestros hermanos mayores con el cariño y agradecimiento que siempre nos han mostrado.

Aprovechando la presencia de ambos hermanos, le fue entregado a José Antonio Torres Aguilar el diploma correspondiente a los 40 años de antigüedad, con lo se convierte en el primer hermano de El Cirio que es Hermano de Honor por doble motivo. A esta consideración y merecimiento respondió con las palabras de gratitud y recuerdo para las viejas glorias de la Corporación que lo acogieron, enseñaron y proyectaron al futuro. En igual mérito concurriría el hermano Rafael Jurado Carmona, el Sábado Santo de 2010, siendo homenajeado durante la Comida de Matrimonios. Con el diploma en las manos y la palabra en el corazón agradeció las muestras de cariño siempre recibidas, tanto de mayores como de los más jóvenes.

Muy digna de mención es la Peregrinación realizada por El Cirio a Santiago de Compostela en Octubre de 2010, aprovechando el segundo Año Jubilar Compostelano de este nuevo milenio, para hacer pública declaración de nuestra devoción al Humilde, ofrecer nuestra experiencia fraternal para el entendimiento entre los hombres y rogar al Apóstol su intercesión ante Nuestro Señor, para fortalecer nuestra fe y salud para nuestros cuerpos y nuestras almas. De la organización de la peregrinación se preocupó Julio González, que habiendo conseguido tan buenos resultados como en la de Roma, solo queda por rogarle que también se ocupe de la Peregrinación a Jerusalén, con lo cual El Cirio habrá peregrinado a las tres ciudades santas de la Cristiandad.

En la Asamblea General de la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones del viernes lardero de 2011 es titulado “Manantero Ejemplar” nuestro hermano José Antonio Torres Aguilar a tenor de los muchos méritos que en él concurren y las virtudes mananteras que atesora. Fue presentado por su hermano de El Cirio Rafael Jurado, que siendo portavoz de la Corporación, estuvo aportando pruebas positivas mientras se lo permitió el tiempo. A lo largo de la Cuaresma recibió tantas atenciones y homenajes por el mundo manantero de Puente Genil, que por poco consume su existencia. Con el nombramiento de José Antonio Torres Aguilar son seis los Mananteros Ejemplares que El Cirio aporta a la Semana Santa.

Igualmente apoteósico fue el homenaje tributado, por idénticos motivos que a José Antonio Torres y Rafael Jurado, a Manuel Giménez Chacón el Sábado Santo de 2011. Nos dio una muestra de amor a la Corporación y voluntad de continuidad ejemplares. Asistió su hija, la muy manantera Beatriz, que completó la faena de forma muy emotiva. De esta manera, aquellos tres hermanitos “amarraos” en sus primeros años “ciriales” fueron ascendidos a la gloria y el honor de los 40 año casi al mismo tiempo.

Para finalizar esta sección de efemérides y actos importantes, valgan los acontecidos más recientemente. Primero, es digna del mejor recuerdo la labor de nuestro Cofrade y Manantero Ejemplar José A. Torres acerca de las autoridades competentes, reclamando para la Iglesia de ex Convento (sede de Nuestro Señor y Cofradía) el reconocimiento de Bien de Interés Cultural y su catalogación como edificio Patrimonio Andaluz. Segundo, en esta misma Iglesia y a los pies del Humilde, como homenaje póstumo a nuestro hermano antes mencionado, se celebran las XII Jornadas Culturales de “El Cirio”, en las que intervienen varios poetas locales, todos Pregoneros de la Semana Santa y amigos de José Antonio, más la Schola Cantorum y el Grupo de Música del Imperio Romano, mientras en el Cuartel de El Cirio se exponía una buena semblanza de su vida y su obra. Fueron unos actos llenos de emotividad y contenido cultural. 
Y la historia sigue, siempre con el corazón y el conocimiento puestos en el Señor de la Humildad, siempre teniendo presente su bendita imagen. 


Orígenes de la Cofradía del Señor de la Humildad y Paciencia

Por los “Apuntes históricos de la Villa de Puente Genil”, de los historiadores D. Agustín Pérez de Siles y Prado y D. Antonio Aguilar y Cano, sabemos que la Cofradía de la Caridad es antiquísima, no encontrándose memoria de su fundación. En el año 1664 se convirtió en la de la Humildad y Paciencia, haciendo los hermanos mayores y cofrades las reglas por las que se debían regir, especialmente en la procesión del Miércoles Santo; estas reglas fueron aprobadas por el Obispo, pero tiempo ha que desaparecieron.
Posteriormente dio carácter a la procesión la asistencia de los hermanos de la Escuela de Cristo, vestidos de túnica, cubierta la cabeza con capuz, coronados de abrojos, y llevando crucifijo, disciplinas, rosario y calavera; por esto se le llamó la procesión de los Discípulos. Al desaparecer la Escuela, la Cofradía de la Humildad se vio aumentada con las hermandades del Lavatorio, Jesús en el Huerto de los Olivos y la Virgen de los Dolores, que eran pasos que acompañaban al Señor de la Humildad como cofradía matriz. Más recientemente, en 1945, se incorporó la Virgen de la Amargura en sustitución de la Virgen de los Dolores, y finalmente en 1986 se incorpora Nuestra Señora de la Victoria, perteneciente a la Cofradía de Nuestro Padre en la Oración del Huerto.

La antigua Cofradía de la Caridad seguramente tomara su nombre de la ermita que existía en la calle Don Gonzalo, frente a las Casas Consistoriales, que fue demolida a mediados del siglo XX. En el retablo de esta ermita estaba, de antiguo, el Sagrario de la Escuela de Cristo y una imagen del Señor de la Humildad más antigua y de menor valor que la que actualmente veneramos, de gran mérito artístico y de mayores dimensiones, traída de Sevilla por la V.M. Gregoria Francisca de Santa Teresa en 1706 y que llegó a la ermita de la Caridad al disolverse el convento carmelita del Barrio de la Isla, sustituyendo a la más antigua antes mencionada. La bendita imagen de nuestro santo titular permaneció en aquella ermita hasta alrededor de 1890, que fue trasladada al ex convento de la Asunción. 

El Señor de la Humildad y Paciencia

El principio es la Fe. Y de la Fe brota la devoción a Nuestro Señor de la Humildad y Paciencia. Y la firme voluntad de rendirle culto y procesionarle por las calles de Puente Genil. La sencillez se abarroca y surge nuestra Semana Santa. Y hasta ella una sucesión de hechos, actos, acuerdos y conmemoraciones, siempre guiados por el espíritu manantero. El pueblo se sociabiliza en asociaciones, grupos, hermandades y cofradías, dando fundamento a la más rica y profunda de nuestras tradiciones. Entre ellas la Cofradía de Nuestro Señor de la Humildad y Paciencia, “El Humilde”, que nos inspira su Amor y el apasionamiento ilusionado por todo lo que le rodea. Amor fraternal, cofrade, cristiano. Amor a nuestras tradiciones, a nuestro pueblo, a nuestro entorno. Amor apasionado en la composición musical de tan características marchas procesionales. Inspiración del espíritu para los sentidos poemas y cánticos brindados a Nuestro Señor celebrando su Amor y Humildad. Ilusión en la bella ordenación de su “paso”. Preocupación y trabajo en el mantenimiento del templo que le cobija. Amor creativo en la construcción de su Casa de Hermandad. Respeto histórico y arquitectónico por el espacio que le circunda. Amor cuidadoso y mimo artístico en la delicada e importante restauración de su bendita imagen... “El Humilde” es la sinergia que rige nuestras actuaciones, el que nos asocia y nos impulsa para el cumplimiento de nuestro destino, el que nos inunda de la energía suficiente para alcanzar nuestras aspiraciones.

Todas las etapas de la actividad cofradiera previas a la Semana Santa se iban cumpliendo en el modo y en el tiempo convenientes; las fechas más señaladas para la Cofradía eran llegadas y celebradas según es costumbre entre nosotros: los cultos cuaresmales resultaron plenos de devoción y solemnidad, el Cabildo correspondiente fue unánime en sus buenos proyectos, el desayuno de la gran familia cofrade se disfrutó en acto de feliz convivencia, la anual comida de la cofradía transcurrió entre los clásicos brindis, bellos y breves discursos, cánticos celestiales, vibrantes saetas, culminando con las acertadas , sinceras, emotivas e ilusionadas palabras del Hermano Mayor, con las que nos identificamos todos los cofrades. A falta de los últimos detalles, todo estaba dispuesto para un Miércoles Santo glorioso. Al solemne besa pies al Señor en el Lunes Santo le sigue la entronización de la bendita imagen en la Casa de Hermandad. Durante la Comida de Hermandad antes de la procesión los bastoneros hacían votos para que, entregados en cuerpo y alma, el Señor fuese procesionado por las calles pontanas en olor de multitudes, para entregarle todo el Amor que Él les entregó. ¡Honor y Gloria al Señor de la Humildad!

Al compás de la iglesia del antiguo hospital, ante la Casa de Hermandad, acuden los cofrades, los hermanos, los expectantes pontanenses. Las túnicas granate y blancas se apiñan ante la verja, bajo el árbol de la pimienta, ocupando densamente el patio. Suena la campanita... los bastoneros escuchan las palabras de ánimo que les dirige su capataz. Este año el Hermano Mayor es uno de ellos, el ayudante del capataz. Los abrazos son emotivos en un ambiente especial. Las miradas otean temerosas la sierra de Estepa; hacía un rato llovía en Sevilla. Este Miércoles Santo no habíamos recibido el telegrama desde Madrid que nos garantizaba bonanza climatológica, y temíamos la amenaza de agua abundante, aunque la Cofradía del Señor de la Humildad se siente más afortunada que otras cofradías de la Semana Santa de Puente Genil, pues en los últimos cuarenta y cinco años no habíamos sufrido serios problemas de lluvia en las procesiones, quizás por aquello que “El Humilde” no lleva más túnica que su piel con sus heridas y necesita más cuidado y protección en su exposición callejera.

En su momento y con un rotundo y sonoro ¡Viva “El Humilde”!, el Señor, saliendo de su Casa de Hermandad, aparece en el patio del convento y se experimenta la misma sensación de años anteriores: “He ahí la Luz, el patio recoleto y el cielo infinito. Y el señor de la Humildad en el centro del espacio mágico. El trono majestuoso, la escultura del Señor de escalofriante belleza. Su atracción es irresistible. La admiración aflora en todos los ojos y por todos sus lados buscamos un algo indescriptible, que llega a transformar la contemplación superficial de una maravillosa obra de arte en un sentimiento profundo de fe inspirado en la dulzura de “El Humilde”, que parece también contemplarnos a nosotros”. El alma se encoge ante la impactante belleza de Nuestro Señor, ante la trascendencia de la imagen que le representa, asumiendo la Humildad y Paciencia que “El Humilde” nos comunica.

Se inicia la procesión y entre la cera de los cirios hermanos, los cofrades y los grupos de alumbrado “El Silencio”, “El Pez” y “El Cirio” con “El Humilde” avanzan. Parecía que la procesión iba más rápida que otros años, deseosos de cumplir puntualmente el horario para el nuevo itinerario establecido y animados por las marchas procesionales –“Enriquetilla”, “La Maga”, el Miserere...- perfectamente adaptadas a nuestra geografía urbana. Al llegar a la Veracruz el cielo se había oscurecido (... si los del Humilde pudieran...). No nos dio tiempo de dar la vuelta al paseo del Romeral. Culminada la calle Aguilar llega con fuerza la temida lluvia. Rápidamente surgen los plásticos guardados bajo las andas y cubren ligera y cuidadosamente la imagen de Nuestro Señor y su trono; con igual decisión y acierto el Cofrade Mayor, el Hermano Mayor y el Capataz deciden regresar al Señor por la misma calle que habíamos subido. El redoble del tambor marca el paso rápido de los bastoneros, el viento ondea los plásticos y la lluvia moja los claveles que besan los pies del Humilde. Nuestra ilusión ha sufrido un duro revés, la dicha se ha tornado en tristeza y la procesión del Señor de la Humildad va al encuentro de la Virgen de la Amargura, ya resguardada en el patio de la iglesia del Convento. A mitad del retorno una breve parada para recolocar los impermeables y dar un respiro a los angustiados corazones de los hermanos bastoneros. Ya no importaba que se mojaran las túnicas, lo único que deseábamos era estar más cerca del Señor para acompañarle fervorosamente en el último tramo de la accidentada procesión hasta cobijarle en la Casa de Hermandad. 

Allí se liberaron las emociones y aparecieron los cánticos más encendidos, las saetas más hirientes, los vivas más sentidos, las expresiones más espontáneas, las lágrimas incontenibles, la cofradía más unida. Allí fue el abrazo fraternal del Hermano Mayor y su Ayudante, un relevo desajustado por las circunstancias desfavorables, entristecido por lo no deseado, más emotivo que otras ocasiones. Y todo bajo un denominador común: el amor inspirado por Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia. “Cantemos tu Gloria...” Aquella noche pensé que si la imagen de “El Humilde” es el símbolo de la Divinidad de Nuestro Señor, nuestra asistencia ante su imagen en aquel patio de luces y sombras y suelo charolado por la lluvia fue la concreción perfecta de la religiosidad manantera, del alma pontana. Aquella noche y en aquellas circunstancias tuvimos la experiencia distinta de vivir recatadamente la noche del Miércoles Santo, más próximos al Señor, más llenos de Humildad, mientras el río y los nuevos luceros vivían su sueño de plata. Aquella noche concluí que nuestra devoción y nuestras ilusiones nunca serían quebrantadas por la lluvia (tan necesaria a veces) ni otras adversidades.


Las figuras bíblicas de Los Pecados de David

Para cualquier manantero, los personajes bíblicos que representan las figuras de su corporación le despiertan gran interés, desea conocer su auténtica personalidad, se siente “familiarizado” con ellas y muy atraído por la importancia histórica que tuvieron en su tiempo y por su proyección sobre la actualidad. En las Sagradas Escrituras (ver libros de Samuel, Reyes y Crónicas) están detallados los acontecimientos que nuestros personajes históricos vivieron, por lo que aquí trataremos de evitar la repetición de estos textos, excepto las referencias necesarias.

David, Betsabé, Natán y Simeón: un rey, una mujer, un profeta y un justo varón. Cuatro personas relacionadas entre sí; tres vidas contemporáneas: David, Betsabé y Natán, y otra Simeón, que cierra el ciclo 1000 años después. 
David, rey teocrático de Israel, recibe la promesa de la dinastía perpetua, la que implica la promesa mesiánica. 
Betsabé, primera causa de los pecados de David; después madre del rey sabio Salomón. 
Natán, es el profeta enviado por Dios, el vehículo de su voz, el censor que David varias veces necesitó. 
Simeón, el justo varón que movido por el Espíritu Santo, reconoció a Jesús como el Mesías prometido, cuando de niño fue presentado en el templo. 
Cuatro figuras bíblicas, cuatro personajes históricos, constituyen –con su correspondiente escolta armada- el grupo bíblico de nuestra corporación. Un relato resumido de sus personalidades y la relación que les unía, uno de los puntos más importantes de la Historia Sagrada, es la pretensión de estas páginas. 
Es muy interesante indicar el alto significado de las figuras bíblicas de “Los Pecados de David”, ya que ellas representan uno de los puntos más importantes de la Historia Sagrada, pues contemplan la promesa divina a David asegurándole, a través del profeta Natán, la dinastía perpetua para su Casa y con ello la promesa mesiánica, viéndose cumplida cuando el Justo Simeón reconoce a Jesús como el Mesías, al ser éste presentado en el templo.

REY DAVID 
David, en hebreo, significa “el amado” o “el elegido de Dios”. David es considerado como un rey justo, valiente y apasionado, aunque de ninguna manera exento de pecados, así como un aclamado guerrero, músico y poeta, al que se le atribuye la autoría de muchos de los salmos del Libro de los Salmos.
Fue hijo de Isaí y de Nitzevet (según el Talmud), sucedió en el trono hebreo a Saúl, fundó la dinastía de la “Casa de David” sobre la que recayó la promesa mesiánica; tuvo ocho esposas, la primera fue Mical, hija de Saúl, y la última Betsabé, madre de Salomón. Fue uno de los profetas mayores.Su existencia puede situarse entre los años 1040 a. C. y 970 a. C., siendo su reinado sobre el territorio de Judá entre 1007 a. C. y 1000 a. C. y sobre Israel entre el año 1000 a.C. y 970 a.C. 
Otros aspectos muy interesantes del Rey David, además del guerrero y estadista, es el profético y el espiritual, pues es una figura religiosa de gran relevancia, y especialmente importante para las tres religiones monoteístas: Judaísmo, Cristianismo e Islam. 
En el Judaísmo, el reinado de David representa la formación de un Estado Judío coherente, con su capital política y religiosa en Jerusalén y la institución de un linaje real que culminará en la era Mesiánica. 
En el Cristianismo, David tiene importancia como el ancestro del Mesías. Muchas Profecías del Antiguo Testamento indicaban que el Mesías descendería de la línea de David; los Evangelios de Mateo y Lucas trazan el linaje de Jesús hasta David para completar este requerimiento. 
La creencia musulmana dice que durante su reinado se pusieron los cimientos de la Cúpula de la Roca. Los musulmanes rechazan la descripción bíblica de David como un adúltero y un asesino. Esto es por la creencia islámica en la infalibilidad y superioridad moral de los profetas. 
El Nuevo Testamento describe la genealogía de Jesús de David a Adán, con tres bloques de catorce generaciones cada cual igualmente esquemático. En el mundo antiguo, cada letra del alfabeto tenía un valor numérico, el valor para el nombre de "David" era el de los catorce años y el de las catorce "generaciones", lo que subraya la ascendencia davídica de Cristo y de su identidad como el Mesías esperado.

BETSABÉ 
La figura de Betsabé es esencial para entender la genealogía de Cristo, puesto que fue la madre de Salomón, el cuarto hijo del rey David. Betsabé forma parte de la vida del Rey David desde su primera aparición, que produciría un cambio total en la vida del rey. Resumiendo esta historia podemos decir que una tarde David se encontraba paseando por la terraza del palacio, cuando desde lo alto divisó a una mujer bañándose. La belleza de la mujer despertó la curiosidad del rey David, quien mandó indagar sobre ella. Se trataba de Betsabé, hija de Eliam y esposa de Urías el Jeteo. David envió a unos emisarios a buscarla. Cuando llegó al palacio yació con ella y después la envió de nuevo a casa. La historia habría terminado aquí, en un caso de adulterio, si no hubiera sido por la misiva que Betsabé le envió poco después con las siguientes palabras: “Estoy encinta”. Esto propició el desastre para el rey David quien, intentando ocultar su indiscreción, acabó por cometer un crimen aún mayor: envió a Urías el Jeteo a una muerte segura en el campo de batalla. Poco tiempo después David envió de nuevo por ella y la convirtió en su esposa. Estos actos no fueron del agrado de Dios, quien envió al profeta Natán a reprochar al rey David sus fechorías. Como castigo, Dios quitaría la vida al hijo que éste había tenido con Betsabé, y ni las súplicas de David ni sus plegarias salvarían la vida de su hijo, quien murió llegado el séptimo día de su nacimiento.
Considerando que David era un rey teocrático y totalitario, amo y señor de sus súbditos, tenía un poder absoluto sobre Betsabé. Nada nos relata la Biblia sobre sus sentimientos; no sabemos si acató voluntariamente los deseos de David, si llegó a provocar deliberadamente la actuación del rey exponiéndose desnuda a su vista o se vio obligada a obedecerle, aparte de que las costumbres judías eran muy restrictivas con las mujeres. Betsabé nos llega llena de luces y de sombras. No sabemos si era una mujer débil, pasiva, que se dejó hacer, imprudente o, por lo contrario, una persona de carácter decidido, astuta, firme y bondadosa, pues está considerada como una de las siete mujeres fuertes de la Biblia, ocupando un espacio muy importante en el Segundo Libro de Samuel. Verdad es que Betsabé demostró su fortaleza cuando informada por Natán de las pretensiones de Adonías de ocupar el trono a espaldas de su padre, estando éste muy entrado en años, acudió a David comunicándole la actuación de Adonías e intercediendo por su hijo Salomón como su sucesor en el reino de Israel. Lo que sí parece seguro es que se trataba de una mujer muy bella e inteligente, que llegó a enamorar profundamente a David.

EL PROFETA NATÁN 
Nada sabemos acerca de su origen y nacimiento. Aparece por primera vez en el capítulo 7 del 2º Libro de Samuel. Por lo indicado en el versículo 2 de este capítulo y por otros pasajes, se puede deducir que Natán es asignado por Dios para profetizar a la Casa del rey David. 
David tuvo el deseo de edificar una casa a Dios y comentó esto con Natán. Conocedor Natán de que Dios estaba con David, su primer consejo fue hiciera lo que tenía en su corazón. Sin embargo, aquella misma noche Dios habló al profeta Natán, recordándole que Él nunca había mandado al pueblo de Israel que le edificasen una casa de cedro, pero había habitado en tienda y habitáculo. A pesar de que Dios exaltó al rey David y recordó cómo había hecho grande su nombre, mandó al profeta que dijera al rey que él no sería quien edificara casa a su nombre, pero sí uno de su linaje, “el cual procederá de sus entrañas” (2 S 7:12). Sabemos que se refería al rey Salomón, quien en efecto sería el encargado de levantar el majestuoso templo en Jerusalén. (2 Cr 3).En la visión que tuvo Natán, Dios estableció pacto eterno con la Casa de David (2 S 7: 13-19).
La segunda intervención del profeta Natán fue para reprender al rey David por sus pecados contra Betsabé y su marido Urías el Jeteo. 
Otra aparición importante de Natán interviniendo de parte de Dios en la historia de Israel fue cuando ayudó a obtener el trono a Salomón. Esta decisiva intervención de Natán en la sucesión real se relata con detalle en el pasaje 1 R 1:8-53. Sucedió en los días finales del rey David que su hijo Adonías se arrogó para sí el reino de su debilitado padre, sin su consentimiento ni la aprobación de los más grandes hombres del reino. Entonces el profeta toma la iniciativa y advierte a Betsabé, madre de Salomón, lo que estaba ocurriendo y el riesgo que significaba para ella y su hijo. Tanto ella como Natán se presentaron ante el rey y le expusieron lo acontecido con Adonías. Llamó entonces David al sacerdote Sadoc, a Benaya y al profeta Natán y les mandó que llevaran a Salomón a Gihón y lo ungieran como rey sobre Israel. Y así fue. 
La obra de Natán se significa por los siguientes puntos: 
Profetizar y ayudar a David y luego a su hijo Salomón. 
La más importante de sus profecías fue comunicar una grandiosa promesa de Dios, el conocido “Pacto Davídico”. En este pacto Dios confirma el trono sobre la dinastía de David con su hijo Salomón, confirmándolo en el trono de Dios eternamente. 
Escribir crónicas reales, tanto acerca del rey David (1Cr. 29:29), como del rey Salomón (2Cr. 9:29). 
De su carácter podemos apuntar: 
Era un hombre confiable. Gozaba del aprecio y confianza del Rey David. 
Como profeta fue completo. Recibió la palabra y visión de Dios.

Valiente. Tuvo el valor de confrontar al poderoso y respetado rey David, por su pecado contra Betsabé y Urías. 
Autoridad. Fue considerado una de las altas autoridades del reino de David, junto con Sadoc y Benaya. 
Ingenioso. Recurrió a una parábola para abrir los ojos del rey David hacia el pecado contra Dios, contra Betsabé y su marido Urías (2S 12: 1-5). 
Escritor. En 1Cr. 29:29 y 2Cr. 9:29 se menciona que fue el escritor de diferentes crónicas reales, las cuales no son parte del canon inspirado por el Espíritu Santo. 
Firme. Natán nos deja un legado de firmeza para con los hombres y de obediencia para con Dios.

SIMEÓN, el Justo. Profeta y místico. 
Simeón es el contrapunto armónico de nuestros personajes bíblicos. Vivió mil años después de David, Natán y Betsabé, y él vio cumplida la promesa mesiánica hecha por Dios a David. Su breve e intensa historia bíblica, plena de misticismo, se reduce a un pasaje del evangelio de Lucas, solo unas líneas para transmitirnos noticias de máxima transcendencia. Lucas nos hace un magnífico retrato espiritual de Simeón: era un hombre justo y piadoso, que esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba en él, y recibió la revelación divina de que no moriría antes de ver al Cristo del Señor. Así acudió al templo movido por el Espíritu.
Y al entrar con el Niño Jesús sus padres, para cumplir lo que prescribía la Ley sobre El, lo tomó en sus brazos, y bendijo a Dios diciendo: 
Ahora, señor, puedes dejar a tú servo irse en paz, según Tú palabra: porque mis ojos han visto a tú Salvador, al que has preparado ante la faz de todos los pueblos: luz que ilumine a los gentiles y gloria de tú pueblo Israel. 
Su padre y su madre estaban admirados por las cosas que se decían acerca de el. Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: Mira, éste ha sido puesto para ruina y resurrección de muchos en Israel, y para signo de contradicción - y una espada atravesará tu alma para que se descubran los pensamientos de muchos corazones. (Lu2: 29-35) 
Este texto nos sugiere las siguientes meditaciones y conclusiones: 
Después de haber reconocido en Jesús la luz para alumbrar a las naciones, Simeón anuncia a María la gran prueba a la que está llamado el Mesías y le revela su participación en ese destino doloroso. 
La referencia al sacrificio redentor, ausente en la Anunciación, ha impulsado a ver en el oráculo de Simeón casi un segundo anuncio, que llevará a la Virgen a un entendimiento más profundo del misterio de su Hijo. 
Simeón, que hasta ese momento se había dirigido a todos los presentes, bendiciendo en particular a José y María, ahora predice sólo a la Virgen que participará en el destino de su Hijo. Simeón une al sufrimiento de Cristo la visión del alma de María atravesada por la espada, asociando de ese modo a la Madre al destino doloroso de su Hijo. 
Así, el santo anciano, a la vez que pone de relieve la creciente hostilidad que va a encontrar el Mesías, subraya las repercusiones que esa hostilidad tendrá en el corazón de la Madre. Ese sufrimiento materno llegará al culmen en la pasión, cuando se unirá a su Hijo en el sacrificio redentor. 
A partir de la profecía de Simeón, María une de modo intenso y misterioso su vida a la misión dolorosa de Cristo: se convertirá en la fiel cooperadora de su Hijo para la salvación del género humano. 
Este es nuestro personaje, nuestra figura bíblica, Simeón el Justo, profeta y místico. 

Antigüedad de las Figuras Bíblicas

No tenemos certeza de la antigüedad de estas figuras bíblicas de la Semana Santa de Puente Genil. Consultadas las relaciones de participantes en las procesiones de Semana Santa del siglo XIX, no hemos encontrado ningún grupo de figuras que lo haga con esta denominación. Tampoco aparecen como tal en el libro de Miguel Romero “Semana Santa de Puente Genil” de 1911. El documento escrito más antiguo que hasta ahora hemos encontrado, que menciona concretamente a las figuras de “Los Pecados de David”, es el publicado por el Semanario Ilustrado “El Aviso”, Año VI, número 255 de fecha 1º de Abril de 1916, que en su página 6 edita un artículo titulado “Las Corporaciones de Semana Santa” indicando que se celebró una reunión para acordar el orden y lugares que deben ocupar las distintas figuras que forman en la procesión de Viernes Santo por la mañana. A ella acude D. Francisco Pérez Castilla en representación de “Los Pecados de David”. Posteriormente, con fecha 19 de Abril de 1916, en El Aviso número 258 de fecha 19 de Abril del mismo año, en la nota “Lo de las figuras” dice que para “el orden de la procesión del Viernes Santo por la mañana se organizará de la forma siguiente: 1º Campanita de la Cofradía. 2º Banderas de las distintas cofradías. 3º Estandarte de Jesús Nazareno. 4º Coronación de Joás. 5º Salomón y sus esposas. 6º Pecados de David. 7º Los Profetas. 8º Imagen de Jesús Nazareno. 9º Los Ataos, Pedro y Pablo… 20º Los Fundadores de la Iglesia. 21º Los Evangelistas… y otras anotaciones curiosas que ahora no vienen al caso. También en su página 6 nos señala que el cuartel de los Pecados de David está en la calle Cosano, 2. 
“El Aviso” es una buena fuente de información de nuestras figuras; en números sucesivos nos va indicando las diferentes ubicaciones del cuartel de Los Pecados de David (Alcaide, 9; San Sebastián, 26…). Otra noticia muy importante es la aparecida en 1919: “Los Pecados de David” reponen las vestiduras de Pedro y Pablo de “Los Fundadores del Templo”, dando a entender que los primeros son propietarios de los segundos. También en el Aviso correspondiente a Semana Santa de 1922 y en su nota de “Visita de Cuarteles” se observa: “Los Pecados de David y Los Fundadores del Templo”, calle Santos, 37; y además que las figuras Pedro y Pablo de la Corporación Los Pecados de David llevarán este año un magnífico templo de plata… confirmando que ambos grupos de figuras componían una misma corporación. Hemos comprobado que existen una serie de lagunas informativas que nos dificultan hilvanar esta historia, además es verdad que la composición y nombre de los grupos de figuras han verificado variaciones al menos en el último siglo; así podemos comprobar en el libro de Miguel Romero que “La Religión, figura rica y de gran belleza” desfila el Viernes Santo por la mañana entre Las Postrimerías y Los Dones, pero no por la noche, en cuya procesión desfilan San Pedro y San Pablo con la Iglesia de Jesucristo. 
Estos datos y otros documentos nos hacen suponer que la creación del grupo de figuras bíblicas “Los Pecados de David” es anterior a 1916 y que incluso podían haber existido a finales del siglo XIX, aunque amparados bajo otra denominación. 
En tiempos pretéritos “Los Pecados de David”, “Los Fundadores del Templo” y “Los Evangelistas” formaron un conjunto de figuras bíblicas, que llegaron a participar en los desfiles de Semana Santa en el orden siguiente: En primer lugar la figura simbólica de la Religión, a continuación Natán, David y Simeón, detrás Pedro y Pablo portando el templo, cerrando el grupo los evangelistas Mateo, Marcos, Lucas y Juan. 30 

Este orden se puede demostrar, primero, por los escudos identificativos de las figuras, en los que se indican el número ordinal (romano) y el nombre correspondiente de la figura: I Religión, II David, III Natán, IIII (sic) Simeón, y así sucesivamente; no sé si las otras corporaciones conservan estos escudos, pero han existido hasta no hace muchos años. 
Como segunda prueba se puede presentar la lógica sucesión histórica: comienza Religión como disposición divina, le sigue David en quien recae la promesa mesiánica, Natán el profeta que hace el vaticinio, y Simeón que reconoce al Mesías en su presentación en el templo. Ascendido Jesús a los cielos, son Pedro y Pablo los “Fundadores del templo”, para seguir cronológicamente con los cuatro “Evangelistas”. 
La tercera prueba que aporto es la tradición o comunicación oral recibida de nuestros mayores. 
En la revista de Industria y Comercio de 1925 se ofrece una fotografía titulada Los Evangelistas, en la que aparecen Lucas, Marcos, Mateo, Juan, Pedro y Pablo, cada cual con sus martirios que ahora conocemos, y con las coronas antiguas, todas iguales e idénticas a las que actualmente llevan Natán, Simeón, Religión, Pedro y Pablo, excepto en el nombre de la figura. Posteriormente nuestro fundador Gregorio Aguilar fabricó las que actualmente llevan Los Evangelistas y la corona que el Rey David llevó hasta su modificación de 2009. 
Desconozco lo que pudo provocar la disolución de tan importante núcleo de figuras, pero la realidad fue que… 
En el año 1927 se funda el primer Grupo de María Stma. de la Soledad y adquiere en propiedad “Los Fundadores del Templo”. 
En el año 1941 la Corporación “El Cirio”, fundado en 1933, adquiere de la Corporación “Las Tres Marías” la propiedad de las tres figuras bíblicas David, Natán y Simeón, con sus correspondientes túnicas, mantos, pelucas, rostrillos y martirios, incluidas diademas y escudos de identificación, por la cantidad de 1.010 pesetas, según consta en el contrato de compra venta entre ambas corporaciones con nombre y firma de los representantes de ambas partes, que se conserva en el archivo de “El Cirio y los Pecados de David”. 
En 1933 se funda “El Cohete” como Primer Grupo de Ntro. Padre Jesús Preso, que hacen su primer y único desfile en 1934. Se refunda en 1941 y adquieren las figuras de Los Evangelistas en 1942. Siempre han estado muy vinculados a la Cofradía de María Stma. de la Amargura. 
Siendo realidad la disgregación de este conjunto de figuras bíblicas y pudiendo implicar nuevas posiciones en las procesiones, la corporación “El Cirio y los Pecados de David” dirige carta a las corporaciones “El Templo” y “Evangelio” al fin de entrar en el orden debido y tradicional durante el desfile de Corporaciones de nuestra Semana Santa. Se acuerda hacerlo en el orden antes mencionado y así se haría durante varios años. Pero con el paso de tiempo y la creación de nuevas corporaciones bíblicas, como se puede comprobar en los guiones de las procesiones editados anualmente, el orden establecido experimenta varias modificaciones hasta quedar como está en la actualidad, aunque la representación de nuestro Simeón queda muy adelantada a su tiempo.